Todo va progresando y comienza a tomar forma el gran día. Ya comenzaron las reuniones con proveedores y se acumulan montañas de cotizaciones por los servicios que serán necesarios para el evento. Increíblemente crece en todas direcciones la lista de pendientes y con cada ítem que se agrega, comienzan esos pequeños microinfartos (emocionales al menos) al ver que cada día hay más “ceros”… ¿Cuánto cuesta y por qué tan caro?.
Ya sea un matrimonio religioso o civil, lo principal es tener claro desde un inicio cuanto es el presupuesto del que disponen, y sobre todo cuánto piensan o pueden invertir, ya que con esas bases y su capacidad adquisitiva, hay que tomar una importante decisión: Cómo financiar todo y no morir en el intento.
En esta ocasión, elaboramos una lista de las alternativas más comunes que han utilizado los novios con los que hemos tenido el privilegio de colaborar en el registro de sus historias, para financiar sus matrimonios:
1. Rompiendo el chanchito
Aunque la propuesta de matrimonio siempre es una sorpresa, desde ese momento (o antes, si ya lo han considerado como una meta en pareja), crear un fondo de ahorro será siempre la mejor alternativa para que llegado el momento “no duela tanto” a las finanzas del hogar. En más de una ocasión, los matrimonios “lo pospusimos para el año siguiente para poder ahorrar más” (según nos explican los novios). Ya sea una cuenta bancaria o incluso una alcancía como símbolo y motivación de ver “cuánto falta”. Lograr un buen ahorro evitará caer en los brazos de algún estúpido y sensual crédito en 10.000 cuotas. Además, si nadie más participa en el financiamiento, nadie tiene voz ni voto en la organización.
2. Mi amigo el banco
Adaptarse a la convivencia con otra persona y sobrevivir a la vida en pareja, ya es un desafío grande, y comenzar esta etapa “encalillados”, no es precisamente la mejor alternativa, aunque para muchas parejas, dejarse abrazar por los cálidos y siempre abiertos brazos de créditos bancarios, es una alternativa práctica para financiar el matrimonio. Las parejas que han elegido esta alternativa, recomiendan principalmente "aceptar una oferta y alternativas de pago a lo que realmente sean capaces de solventar mes a mes". No es lo ideal, pero nuevamente, nadie más tiene “poder de decisión” durante los preparativos.
3. Mamá y papá se ponen con…
Luego de anunciar el casamiento, es posible que más de algún familiar (especialmente los padres de los novios), decidan que el mejor regalo que pueden hacer es a través de un aporte monetario para ayudar a costear todos los servicios y proveedores necesarios para el gran día. Esta alternativa (según los novios que han pasado por esto) puede ser un arma de doble filo, pues muchas veces “al hacer su aporte, las personas se sienten con el derecho de decidir en la organización o invitar a personas que ellos quieren”. Todo aporte es bienvenido, y la principal recomendación de las parejas que lo han vivido, es que "en lugar de recibir una X cantidad de dinero, entregar la cotización del proveedor que necesitan ayuda para costear, y ellos decidan si quieren o no, o con que porcentaje pueden hacerlo, así de cierta forma, ustedes (los novios), siguen teniendo el control en decidir lo que quieren para su matrimonio".
4. Dinero en vez de regalos
Hay parejas que ya se han establecido desde hace años y, por lo tanto, ya dieron forma a un hogar y no tienen las mismas necesidades de otros recién casados, de amoblar y equipar una casa. Las parejas que han recurrido a esta modalidad, nos aseguran que reemplazar la lista de regalos por una cuenta bancaria, representa sin duda una opción que brinda tranquilidad financiera, pero la principal recomendación es "señalar/pedir a los invitados que sus aportes puedan hacerlos al menos con uno o dos meses de anticipación, así, con tiempo suficiente, tendrán una idea clara de cuanto se logra reunir y cuanto deberán aportar los novios para terminar de costear el matrimonio.
5. Bingo!!!
Poco común, pero sin duda una alternativa innovadora y divertida es volver el matrimonio un evento participativo. Poner "a trabajar" a la familia y amigos más cercanos para llegar a la meta de financiar el matrimonio, se ha vuelto cada día más frecuente, los novios que han optado por esto, nos cuentan que "es una forma de compartir todo el camino con la gente más cercana a nuestra historia, sobre todo con esas personas que de todos modos iban a estar comprometidos en la organización. Hacer bingos, completadas, rifas y otras actividades similares, puede parecer muy extraño, pero vuelven entretenido el proceso y sorprendentemente se juntan muchas lucas".
UNA EXTRA!!!
Crowfounding
Una alternativa cada día más común (aunque parece poco creíble) es el co-financiamiento del matrimonio como parte de una meta propuesta por los novios y donde familiares, amigos, conocidos y hasta desconocidos, apoyan a la pareja con donativos para que puedan alcanzar una meta económica específica (cifras realistas). Esta tendencia colaborativa/asociativa, se hace a través de redes sociales, donde los novios cuentan su historia y planes de una forma creativa e innovadora, invitando a quienes deseen apoyarlos a que realicen donaciones (especificando como serán distribuidos los recursos y rindiendo gastos). A través de estas plataformas, las solicitudes se “viralizan” y llegan en ocasiones a oídos de empresas que deciden apoyar la causa.
Esperamos que estos tips les sean de gran utilidad.
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