Su historia, también es mi historia...


Ser fotógrafo de matrimonios, no es mi trabajo, es mi pasión, y vuelvo personal cada reportaje que tengo el honor de documentar. Quiero que la experiencia acumulada por años le sirva a cada pareja, y les dé tranquilidad en su gran día, para que se dediquen a disfrutar y ser felices. No solo tomo fotos, soy un aliado, y mi mayor recompensa es verlos plenos y el cariño que me brindan. Ahí, y sólo ahí, decimos: "misión cumplida".

“Profesional, empático, cercano. Agradecidos de cada consejo. Fuiste un amigo más en todo este proceso. Fue una experiencia maravillosa, y lograste capturar cada momento y revivir sentimientos.”

¿Aún tienen dudas?

¡Los ayudo a resolverlas!